5 ejemplos de Internet de las Cosas (IoT) en la vida cotidiana

Actualmente, a finales del primer cuarto del siglo XXI, más del 60% de la población mundial se encuentra conectada a internet. En los países desarrollados y emergentes se puede superar el 90% de conexión.

Tal enlace no involucra solo a seres humanos; existe, también, una infinidad de objetos que forman parte de nuestra vida diaria que se conectan unos con otros, intercambiando información y brindándonos una existencia más cómoda. Esta tecnología dio origen al concepto de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), el cual alude a la interconexión digital, principalmente entre dispositivos, a través de internet.

Grandes avances en los protocolos de conectividad, como inteligencia artificial (IA), Bluetooth, WiFi, enlace de sensores a la nube, entre otros, hacen posible el proceso de conexión M2M (máquina a máquina).

5 ejemplos de internet de las cosas en la vida cotidiana

1.- Medicina y salud

Existen sensores que toman datos corporales y envían los resultados al móvil o a su propia pantalla; tal es el caso de las pulseras de entrenamiento, las cuales miden presión arterial, tiempos de recorrido y hasta calorías consumidas.

En este campo, se han hecho comunes las zapatillas inteligentes, las cuales transmiten información sobre la frecuencia cardiaca del corredor o la distancia del recorrido.

2.- Hogar

Las viviendas se han transformado en espacios completamente interactivos. Desde tu smartphone puedes controlar la climatización, seguridad, iluminación o abrir y cerrar puertas y ventanas.

Para el jardín, existen sensores que pueden detectar niveles de temperatura y humedad del suelo, así como índices de acidez o alcalinidad para cultivos. Desde tu smartphone puedes activar el sistema de riego o programarlo para que actúe en determinado momento, aunque no estés en casa.

3.- Supermercado

Sin que apenas te des cuenta, donde haces las compras habitualmente pueden estar utilizando IoT. Ya es frecuente controlar el inventario en tiempo real, esto se logra gracias a los sensores de productos.

La mayoría de supermercados colocan cajeros inteligentes que leen el chip de cada producto y, de esta manera, agilizar la compra y controlar el stock.

4.- Pagos electrónicos

Puedes realizar pagos a terceros, ejecutar o recibir transferencias electrónicas desde tu smartphone, sin consumir megas o saldo. Igualmente, te permite pagar en cualquier tienda mediante escaneo de tu huella digital, sin necesidad de portar dinero o tarjetas.

Los beneficios financieros han crecido en la banca digital; allí, todo servicio ofertado puede personalizarse según los «perfiles de riesgo» de cada cliente.

5.- Industria automovilística

Con el uso del IoT, ahora existen automóviles más eficientes e interactivos con el usuario. Están conectados con el entorno y poseen sensores de ubicación enlazados a sistemas de GPS.

Con esta opción, el coche no solamente señalará la posición actual, sino que suministrará diferentes alternativas para llegar a direcciones determinadas; igualmente, proporcionará información satelital sobre plazas de aparcamiento, vías obstruidas u otras.